Es feo lo que se siente cuando te vas dando cuenta que las cosas no son como antes, es como si fuese que agarran tu corazón y lo van apuñalando despacito hasta que lo terminan haciendo mierda. Se supone que la persona tiene el control sobre si mismo, pero una vez con el corazón hecho mierda no puede hacer mas nada, solo sentarse a esperar, esperar a que? a que venga alguien, junte los pedazos, trate de armarlo, y al no poder hacer nada, volver a tirarlo, y así van a aparecer miles de personas mas, que van a tratar de armarlo, pero que al no poder hacerlo lo vuelven a tirar. Después de un tiempo, después de ver como tu corazón sigue ahí, sin nada ni nadie que lo pueda volver a armar (porque es así, nadie puede, solo vos), decidís levantarte, agarrarlo y lo empezas a reconstruir, sola, como en un principio. Mientras mas pedazos de corazón encajes entre si, mas vas a sentir que volves a ser la misma de antes, esa que no se deja pasar por encima, esa que da su opinión en todo, a esa que no le importa quedarse sola, volves a ser vos. Una vez reconstruido el corazón, se van acomodando los pensamientos, se va acomodando la razón, vuelven esas ganas de vivir, de joder, volves a estar flotando en una nube sin tener que pensar constantemente en si te vas a caer o no, hasta que te das cuenta que estas demasiado grande para el boludeo y tenes que encontrar a alguien, te ves con la necesidad de encontrar a esas personas que en serio te merezcan y no rompan tu corazón, ese corazón que tanto tardaste en reparar. Pero ahora, sabiendo como son las cosas, te vas dando cuenta quienes son los que en serio te merecen, quienes son los verdaderos amigos, quienes son los que siempre estuvieron y siempre van a estar, quienes son los capaces de recurrir hasta a la traición misma para conseguir lo que sea, en pocas palabras, te das cuenta de quien es quien, y es ahí, cuando tu corazón, tu pensamiento y lo que sentís empiezan a descartar gente, una atrás de otra, dejándote así con las personas que son para vos las mas maravillosas que pueden haber en el mundo, pero igual, a no confundirse y a no confiarse de nada ni de nadie, y recorda siempre que no todas las historias tienen final feliz ~