No creo ser la mejor hija, tengo mis idas y venidas, no creo ser la mejor amiga, tengo mis momentos. No creo que la gente me admire, o me envidie, no creo tener grandes dones o talentos y estoy más cerca de ser la regla, que la excepción. No tengo grandes secretos, ni me considero misteriosa. Soy lo que ves; tengo mucho para dar, tal vez más de lo mismo, pero con la intención de darlo. Si tuviera que hacer una autobiografía, de seguro irían muchos fracasos, más malas que buenas, pero tengo la misma cantidad de levantadas que de caídas, y de eso estoy orgullosa. No necesito que alguien en especial me quiera, o me tenga un afecto 'distinto'. No es por conformarme con poco, pero prefiero el afecto de mi gente, de la que si vale la pena, familia y amigos; a tener un afecto retorcido, patético y un poco mediocre de un alguien cualquiera. Ofrezco mis virtudes, y defectos, mi buena compañía, mi cariño, mi sinceridad, mi honestidad, mi simpleza, mi libertad y muchos etcéteras más. Que aunque no entregue mucho, porque aprendí a guardarme algunas cosas y a no exponerme tanto, creo que es suficiente. Acá estoy, esto que ves es lo que soy, no voy a cambiar porque no encuentro la necesidad ni los motivos, tomalo o dejalo.